Evaluación de amenazas y defensas contra ransomware en 2025

Evaluación de amenazas y defensas contra ransomware en 2025

En 2025, el panorama del ransomware continúa cambiando rápidamente, con actores de amenazas más pequeños y ágiles que ganan protagonismo, y con organizaciones de todos los tamaños enfrentando riesgos cada vez mayores. Un estudio reciente que encuestó a 1.300 empresas en todo el mundo revela tendencias clave que todo profesional de la ciberseguridad debería tener en el radar.

1. El auge de atacantes independientes y grupos reducidos

La actividad de los llamados lone wolves o actores solitarios está aumentando. Estos ciberdelincuentes, muchas veces sin afiliación a grandes redes, están aprovechando brechas en pequeñas y medianas empresas (pymes), que a menudo no cuentan con defensas tan sólidas como las grandes corporaciones. Esto convierte a las pymes en objetivos principales.

2. Crece el robo de datos como táctica

Más allá del cifrado tradicional, los ciberdelincuentes están robando datos sensibles antes de lanzar sus ataques. Este enfoque no solo causa daños operativos, sino también reputacionales y legales, sobre todo cuando hay datos personales involucrados. Es fundamental contar con estrategias de protección específicas para entornos en la nube, que siguen siendo especialmente vulnerables.

3. Se reduce el pago de rescates

A pesar del aumento de ataques, se observa una disminución en el número de empresas que pagan rescates. Las que invierten en servicios de respuesta ante incidentes tienden a recuperarse más rápido, negociar mejor —si es que pagan— y sufrir menos impactos. Esto demuestra el valor de estar preparados antes de que ocurra un ataque.

4. Pagar puede traer consecuencias legales

En varios países, las autoridades están desaconsejando o incluso penalizando el pago de rescates, especialmente cuando se sospecha que los fondos pueden terminar en manos de organizaciones sancionadas. La clave para evitar esta situación es contar con copias de seguridad inmutables que permitan una recuperación limpia y verificable.

5. La colaboración entre equipos de TI y seguridad es esencial

Los enfoques aislados entre departamentos están quedando atrás. Las soluciones que combinan herramientas como SIEM o SOAR con inteligencia basada en datos de backup están demostrando ser eficaces para anticipar y responder a amenazas. La integración entre tecnología y personas fortalece la resiliencia frente al ransomware.

6. Más presupuesto para ciberseguridad, pero aún insuficiente

Aunque muchas organizaciones están destinando más recursos a la protección de datos y recuperación, los desafíos siguen siendo enormes. La alta dirección debe involucrarse activamente para garantizar que las inversiones se alineen con los objetivos de continuidad del negocio y el cumplimiento normativo.


Conclusión

El ransomware no es un problema exclusivamente técnico: es un riesgo estratégico que requiere atención desde múltiples frentes. Prepararse con antelación, fomentar la colaboración interna, adoptar soluciones modernas de backup y respuesta, y mantenerse al tanto del entorno legal son pasos fundamentales para mitigar su impacto.

¿Tu organización está preparada para lo que viene en 2025? Llámanos y te ayudaremos