En el mundo digital de hoy, la contraseña es la llave que protege tu información personal, tus cuentas bancarias, tus redes sociales y mucho más. Sin embargo, muchas personas siguen usando contraseñas increíblemente fáciles de adivinar, como «1234», «password», o incluso su fecha de nacimiento o número de DNI. ¿El resultado? Una puerta abierta para los ciberdelincuentes.
Lo obvio es lo primero que se prueba
Herramientas utilizadas por atacantes, como los diccionarios de contraseñas, prueban automáticamente miles de combinaciones comunes en segundos. Entre las primeras están:
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1234, 123456, 12345678
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password, admin, qwerty
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Fechas de nacimiento (ej: 01011990)
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Números de documento de DNI o matrícula de tu coche
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Nombres comunes y apodos
Los atacantes no necesitan conocerte para adivinar tu contraseña si usas algo genérico o fácilmente relacionado contigo. De hecho, muchas veces logran acceso simplemente usando datos públicos de tus redes sociales.
¿Por qué es un riesgo?
Una contraseña débil:
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Puede ser vulnerada en segundos.
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Permite que un atacante acceda a más de una cuenta si usas la misma en varios sitios.
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Puede dar paso a fraudes, robos de identidad o pérdidas financieras.
¿Qué se recomienda?
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Usa contraseñas largas (al menos 12 caracteres).
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Combina letras mayúsculas, minúsculas, números y símbolos.
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No reutilices contraseñas entre servicios.
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Usa frases fáciles de recordar para ti pero difíciles de adivinar, como:
"Gat0sBailanEn!2023PorLaNoche"
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Considera un gestor de contraseñas para mantener tus claves seguras y organizadas.
En resumen
Usar contraseñas obvias es como cerrar la puerta de tu casa y dejar la llave debajo del felpudo. No importa cuán segura sea la cerradura si la clave es fácil de encontrar.
Hazlo bien desde el principio: usa contraseñas fuertes, únicas y seguras.